La gran mayoría de los despachos presidenciales siguen teniendo nombre masculino. A pesar de la aprobación de la Ley de Igualdad el pasado 22 de marzo, tan sólo ha aumentado unas décimas el porcentaje de la ocupación de la mujer en puestos de responsabilidad. Así se extrae de un informe de axesor Grupo Infotel, empresa española especializada en el suministro de información empresarial por Internet, en el que se evalúa el impacto real que la Ley para la Igualdad efectiva de hombres y mujeres ha tenido en la composición de los cuadros directivos de las compañías nacionales.
Por suerte, parece que el ‘techo de cristal’ que impide a las mujeres alcanzar sus metas profesionales va perdiendo solidez. Contribuye a ello el hecho de la entrada en vigor el pasado 22 de marzo de la Ley de Igualdad que abarca políticas de igualdad en materia de empleo y formación, reparto de cargas familiares, paridad en las listas electorales e incluso presencia equilibrada de sexos en puestos decisorios.
“Aunque aún es pronto para evaluar los esfuerzos gubernamentales y sociales por garantizar la igualdad entre hombres y mujeres, este estudio refleja que la ocupación de puestos de responsabilidad en las empresas españolas sigue siendo una cuestión mayoritariamente masculina”, afirma Santiago Martín Muñoz, director general de axesor. “No obstante, nadie puede poner ya en duda el papel cada vez más determinante de las mujeres en el mundo corporativo”, explica.
El estudio analiza la ocupación femenina en los seis puestos de mayor responsabilidad empresarial: Administradores, Consejeros, Consejeros-Delegados, Presidentes, Vicepresidentes y Directores/Gerentes. El puesto más inaccesible para las mujeres es, según el documento, el de la presidencia de la empresa (con sólo un 13,53% de mujeres presidentas), seguido de cerca por el de Consejero Delegado (14,24%). Donde más prevalece el mando directivo de la mujer es en el cardo de Director-Gerente (20,95%) y el de Administrador (20,30%), por delante de Vicepresidente (19,61%) o Consejero (19,55%).
No obstante, sólo una de cada diez mujeres entrevistadas afirma no haber tenido nunca dificultades para compaginar la vida laboral y familiar. Y es que España es uno de los países europeos que menos invierte en ayudas a la familia con un 0,8% del PIB, según el ‘Estudio Anual Cátenon de Satisfacción Laboral y Calidad de Vida 2007’. Por poner un ejemplo, tan sólo un 5% de las compañías en nuestro país ofrece guarderías para sus empleados y sólo un 10% ofrece medidas de flexibilización horaria que demandan tres de cada cuatro trabajadores.
En opinión de Nekane Rodríguez, “la cultura presencial en nuestro país está muy arraigada, mientras que los resultados de la encuesta revelan la demanda de un trabajo por objetivos, independientemente del lugar donde se desempeñe el mismo”.
1 comentario:
Muy bien. La entrada es correcta.
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