viernes, 14 de marzo de 2008

LA DIRECCIÓN FEMENINA


La gran mayoría de los despachos presidenciales siguen teniendo nombre masculino. A pesar de la aprobación de la Ley de Igualdad el pasado 22 de marzo, tan sólo ha aumentado unas décimas el porcentaje de la ocupación de la mujer en puestos de responsabilidad. Así se extrae de un informe de axesor Grupo Infotel, empresa española especializada en el suministro de información empresarial por Internet, en el que se evalúa el impacto real que la Ley para la Igualdad efectiva de hombres y mujeres ha tenido en la composición de los cuadros directivos de las compañías nacionales.

Por suerte, parece que el ‘techo de cristal’ que impide a las mujeres alcanzar sus metas profesionales va perdiendo solidez. Contribuye a ello el hecho de la entrada en vigor el pasado 22 de marzo de la Ley de Igualdad que abarca políticas de igualdad en materia de empleo y formación, reparto de cargas familiares, paridad en las listas electorales e incluso presencia equilibrada de sexos en puestos decisorios.

“Aunque aún es pronto para evaluar los esfuerzos gubernamentales y sociales por garantizar la igualdad entre hombres y mujeres, este estudio refleja que la ocupación de puestos de responsabilidad en las empresas españolas sigue siendo una cuestión mayoritariamente masculina”, afirma Santiago Martín Muñoz, director general de axesor. “No obstante, nadie puede poner ya en duda el papel cada vez más determinante de las mujeres en el mundo corporativo”, explica.

El estudio analiza la ocupación femenina en los seis puestos de mayor responsabilidad empresarial: Administradores, Consejeros, Consejeros-Delegados, Presidentes, Vicepresidentes y Directores/Gerentes. El puesto más inaccesible para las mujeres es, según el documento, el de la presidencia de la empresa (con sólo un 13,53% de mujeres presidentas), seguido de cerca por el de Consejero Delegado (14,24%). Donde más prevalece el mando directivo de la mujer es en el cardo de Director-Gerente (20,95%) y el de Administrador (20,30%), por delante de Vicepresidente (19,61%) o Consejero (19,55%).
No obstante, sólo una de cada diez mujeres entrevistadas afirma no haber tenido nunca dificultades para compaginar la vida laboral y familiar. Y es que España es uno de los países europeos que menos invierte en ayudas a la familia con un 0,8% del PIB, según el ‘Estudio Anual Cátenon de Satisfacción Laboral y Calidad de Vida 2007’. Por poner un ejemplo, tan sólo un 5% de las compañías en nuestro país ofrece guarderías para sus empleados y sólo un 10% ofrece medidas de flexibilización horaria que demandan tres de cada cuatro trabajadores.

En opinión de Nekane Rodríguez, “la cultura presencial en nuestro país está muy arraigada, mientras que los resultados de la encuesta revelan la demanda de un trabajo por objetivos, independientemente del lugar donde se desempeñe el mismo”.


viernes, 7 de marzo de 2008

ESTO VA DE CUENTOS..."EL PACHINKO"


El pachinko (パチンコ) es un sistema de juegos muy similar al de los flippers. Estas combinan un moderno sistema de video con el clásico pinball. Se dice que fue inventado alrededor de los años en que Japón se encontraba sumido en la Segunda Guerra Mundial en la ciudad japonesa de Nagoya (名古屋). Estos Pachinko están distribuidos por Japón en unas «pachinko-parlors» (パチンコパレス) y son un sistema de juegos de casino totalmente legales.

Modo de juego
El Pachinko consiste en que el jugador debe comprar una gran cantidad de bolitas de acero y luego insertarlas en la máquina. En el centro de la máquina hay una especie de regulador que, al lanzar las bolitas, gira haciendo que éstas salgan lanzadas hacia abajo, donde la mayoría caen al fondo de la máquina sin proporcionar premio, y muy pocas realmente caen en unas especies de pequeñas puertecillas que bonifican ganando más bolas.
El jugador luego de haber ganado cierta cantidad de bolitas, debe ir a una máquina especial que contará las bolitas y luego emitirá un ticket con el que se podrá canjear el premio que se desee. Estos premios son muy variados y van desde encendedores, electrodomésticos, juguetes, cigarrillos y hasta dinero.
Éste último se canjea de una forma diferente. El jugador debe dirigirse a la caja donde se canjean los premios y decir que se quiere canjear por dinero. Ahí se le da al jugador algo así como unas pequeñas piezas de dominó, que luego deberán ser llevadas a una especie cabina oculta fuera de la tienda de juegos en un pasillo por lo general muy estrecho, donde finalmente se le entregará el dinero.
Las salas de Pachinko se conocen por su sobredecoración, su excesivo olor a tabaco y el ruido emitido por las máquinas, que encantan en su mayoría a jóvenes jugadores durantes horas y horas.