Modo de juego
El Pachinko consiste en que el jugador debe comprar una gran cantidad de bolitas de acero y luego insertarlas en la máquina. En el centro de la máquina hay una especie de regulador que, al lanzar las bolitas, gira haciendo que éstas salgan lanzadas hacia abajo, donde la mayoría caen al fondo de la máquina sin proporcionar premio, y muy pocas realmente caen en unas especies de pequeñas puertecillas que bonifican ganando más bolas.
El jugador luego de haber ganado cierta cantidad de bolitas, debe ir a una máquina especial que contará las bolitas y luego emitirá un ticket con el que se podrá canjear el premio que se desee. Estos premios son muy variados y van desde encendedores, electrodomésticos, juguetes, cigarrillos y hasta dinero.
Éste último se canjea de una forma diferente. El jugador debe dirigirse a la caja donde se canjean los premios y decir que se quiere canjear por dinero. Ahí se le da al jugador algo así como unas pequeñas piezas de dominó, que luego deberán ser llevadas a una especie cabina oculta fuera de la tienda de juegos en un pasillo por lo general muy estrecho, donde finalmente se le entregará el dinero.
Las salas de Pachinko se conocen por su sobredecoración, su excesivo olor a tabaco y el ruido emitido por las máquinas, que encantan en su mayoría a jóvenes jugadores durantes horas y horas.
1 comentario:
Muy interesante la conexión con las temáticas.
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